Cruzamento

Cuando te veo,
el día y la noche se confunden de horario,
y se unen,
formando una aleación,
una en la que la luna convive con el sol,
haciendo del cielo algo extraordinario.

Temo

Hay que entendernos.

No puedo prometerte el cielo, hoy.
No puedo darte lo que necesitas.
No es que no quiera, es que,
sinceramente,
temo.

Le temo al mundo que viene con vos,
al planeta que cargas.

Soy solo un satélite, no tengo margen a comparación,
solo soy una simple luna,
que muy insegura,
teme.

Te miro tanto,
no sabes cuanto te miro,
ni tirando a pegar podrías acertar en el tiempo que paso mirándote.

Pero a veces te doy la espalda,
lo sabes.

Es ahí cuando miro el otro lado,
-mi dark side
donde mi cara rocosa se deposita en el infinito,
para nada mas que un lamento,
y hasta a veces un llanto.

Me siento tan inferior esta vez,
no siento mi dimensión,
ni ápices de confianza.

¿Quien iba a saber que sin querer iba a llegar a tu órbita?

Debes saber,
que llegada la mañana,
tu sol de todos los días,
va a iluminar mi estadía,
y voy a ser clara,
casi una transparencia.

Pero por la noche,
cuando el se marche,
todas las estrellas van a hacer presencia,
y quizás,
por ahí,
si achinas los ojos,
quizás,
hasta logres verme.

La Chica del Tirso

Hoy quizás,
te oiga donde nadie hay,
te vea donde nadie esté,
y te toque donde no haya nada mas que viento.

Ayer tal vez,
hayan luchado mis oídos contra tu risa,
nos hayamos retado a un duelo de parpadeos,
y tu piel se haya adueñado de mi goce.

Mañana sera entonces,
el día perfecto para encontrar tu risa en lugares,
para verte triunfar entre tantos intentos,
para saludarte sin mas que eso,
lo que implica la palabra.