EL MORTAL: DEVENIR PSEUDÓLOGO

El habla y la arena,
su relación superflua,
la intimidad con el clamor,
el cruce y el freno.

Es el habla un ser sin escrúpulos,
poco cauteloso y lleno de ímpetu,
la catarata que habita en la boca,
una ola creada en lo invisible del viento,
los ruidos,
de los disparos,
del corazón.

El habla es traición,desasosiego e inquietud.
El habla es cuando sonamos, la nota,
el elemento que caracteriza ecléctico
un cuerpo,
que lo nutre y lo pule,
y lo cambia,
y lo identifica, dándole forma,
lo enciende y lo habita,
lo aprende y lo irrita,
lo grita,
le dice.

El habla siempre se cruza.
La arena siempre frena.

En las playas se nos hunden los pies,
y las pertenencias,
nuestras manos y el mundo,
los barcos y lo enorme;
porque esa es la arena que todo lo cubre,
lo tapa y lo oculta,
lo descorporiza,
lo desconoce y le quita el nombre;
no existe para nadie más que para ella
y para algunos ojos que antes,
absortos,
se hayan clavado en esa directriz.

Es la arena el freno del brote,
el ahogo o la cuerda,
o un pedazo roto.

Es ella, llena de densidad,
la provocación del desconsuelo en un cuarto,
del llanto, y su espejo,
del rojo del cuerpo,
del agua a cuenta gotas,
del dolor.

Y en lo más estrecho,
existe una relación entre la palabra y la arena,
una conexión,
coexisten como el dialogo,
y los ademanes del conflicto;
y sin entender, la volvemos humana,
aunque facultados,
para descreer su cercanía para/con nosotros,
con el amor,
con el resto,
y con la nada.

Y es entonces cuando nos percibimos residuales,
porque la cosa nos marca,
y terminamos siendo unos vivos, hijos del rigor,
capaces de no decir la verdad porque hay arena,
llenándonos de agua,
de rojo y dolor,
de gotas y ecos;
terminando por concebirnos como viles,
porque a sabiendas, al final,
en el epilogo dice de que estamos hechos:

Duda, resabios, arena y habla.

PLURALES

He sido mucho,
nombres equívocos,
y apodos mal dispuestos.

He sido objeto,
de burla y de apoyo,
de uso constante,
o casi de colección.

He sido hambre,
de la pura e indeseable,
abarrotada detrás de los grises,
de la tristeza más cruda.

He sido telón,
de aquellos actos
que me llevaron a la cima,
y me devolvieron a la nada.He sido festejo del mas suertudo,
y llanto del alma mas desolada.

Metodo,
de prueba y de acierto,
de practica y plan «B».

He estallado en el odio,
y hasta casi diría,
que por un tiempo,
mi reflejo era el mismo,
que soltaba él.

He sido muertes; muchas,
en vida,
de pie,
de espaldas,
de daga,
y abandono.

Hoy, aún me alcanza para ser otro,
el que no fui antes,
por miedo a los nadies y a las nadas,
y a las olas de palabras,
que tanto me lastiman el esternón.

Solo deseo,
en ultima instancia,
ser conquistador de unos ojos profundos,
que disuelvan mis miedos,
de una boca devore hasta la sanidad,
mis heridas,
y de unos brazos que conviertan el vacío,
en algún sinónimo de amor.

DESCANSO

Las pieles
extensas
y entre ellas
diferenciadas
se adueñan del calor
que poco pueden recaudar
de los inviernos

lo envuelven sin dudas
espiralando las extremidades
arrastrandolo hasta su centro
y lo almacenan
hasta encontrarle un destino
que siempre suele ser un abrazo

uno de esos
enmarcados
que se le regalan sin más y sin miedos
al otro
repleto de contrastes

como esos que el humo ofrece
cuando aparece en el cielo
o aquellos
que la tierra otorga a las superficies
cuya blancura es demasiada

el calor es amarillo
como ese sol
que existe entre tu esternón  y el mío
como ese libro que recién llega
cansado de años de esconderse en cajas
paseando de aquí a allá
a la sombra de esos armarios que rozan el techo
para luego  ser olvidados
en lo infinito de cualquier cuarto

ese libro supo ser blanco cuarzo alguna vez,
como mi pecho,
y lleno de hojas finas y de un filo inigualable,
como ese que guardas en tu camisa
debajo

coexisten átomos
que llamó estrellas
entre las sábanas que habitamos
esas en las que te encuentro
en el descuido que arrastro
con los ojos cerrados
en la prudencia del piloto que estaciona a noventa grados
dejando a la esquina
como un corral

ahí es donde existo
esa es la estación en la que de noche
lejos de tiritar
descanso

en esa intemperie perfumada
con sed de lluvia y poca seguridad
me endeudo de esperanzas
con ansias de despertarme cualquier mañana aleatoria
y que al girar
mi rostro
se encuentre con tuyo

 

LA CARA HOMÓLOGA

Que hacemos
cuando ya
hasta cerrando los ojos te veo
cuando la noche
hasta encrespada
me permite verte profunda
llena de agua y olas
de un azul
que no conozco

Qué hacer con las grietas
que habitaron el centro
y con la ceniza de esas lágrimas derramadas
que deseosas
hicieron lo imposible por descoser mis extremos
y ver que es todo eso
que calló mi alma

Que hacemos con la piel
esa nuestra
que carga el mismo color que la arena
y se llena de pliegos
en aquel desierto claro
que mis sabanas calmas acarrean

Que hago con mi placar
y esa ropa oscura
que no me basto para ocultarte lo que siento
que no me basto para engañar
lo que la luminiscencia de tu cuerpo cercano al mío
hizo notar
/pobres tus ojos
viendo de cerca semejante fracaso/

Me encuentro con un corazón desmejorado
acompañado de la poca confianza
que mi propia mente
generó sobre mí

Me encuentro
sumida en los días
jugando con las letras
de esos libros
que olvidaste
para ver  si en alguna que otra cualidad
descrita en esas páginas
encuentro perdido
tu nombre

COSTURA A LA NEGACIÓN

Me perdí,
en un grito esbozado al viento,
en tus palabras de adiós,
en la definición,
de lejanía.
Los abrazos que recolecte,
los que estaban marcados con tu tono,
los veo fuera de tu casa,
en el mismo lugar,
que tiran,
el papel.
Con la lluvia me perdí,
respiro latidos,
pero ya no vienen con nada a tu nombre,
todos los servicios,
llevan,
el problema de mi apellido.
Quería,
quise (hasta hoy),
hacerme responsable,
de que tampoco querré,
en un mañana,
encontrarte.
Me hice a la idea,
de que a mi derecha,
ya no puedo buscarte.
Sos vos,
un gentío de posibilidades,
que ya no se avista disponible,
caminando,
en la avenida.
Soy yo,
un ente,
de cuerpo aleatorio,
y fuente,
indefinida.
Es entonces,
quizás,
la hora,
no lo sabemos,
no imaginamos,
pero este puede estar siento,
el momento,
mas feliz de nuestras vidas.
El fin,
o un nuevo comienzo.